El proyecto fue seleccionado entre cerca de 500 postulaciones, logrando destacarse como el mejor evaluado en la macro zona norte, el de mayor puntaje en la UCN y el noveno a nivel nacional.
El estudiante y candidato a doctor del Programa de Doctorado en Ciencias mención Geología de la Universidad Católica del Norte, Jonathan Fortt Ahumada, recientemente se adjudicó el Décimo Cuarto Concurso de Valorización de la Investigación en la Universidad (VIU), proyecto de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
El proyecto, le permitirá continuar aportando al desarrollo científico en Chile, gracias a su investigación titulada: “Efectos de las propiedades del suelo del núcleo hiper-árido del desierto de Atacama sobre las comunidades microbianas y sus rasgos promotores del crecimiento vegetal bajo condiciones extremas”, la cual busca comprender cómo los microorganismos asociados a plantas nativas del desierto podrían aportar funciones clave para la tolerancia al estrés salino e hídrico en ambientes hiper-áridos.
Proyecto ANID
Fortt explica que la idea de postular al fondo de ANID surgió tras la sugerencia de su comité evaluador del Doctorado, quienes destacaron el potencial de su investigación para crear un producto útil para la agricultura. Su proyecto de tesis ya cuenta con resultados preliminares alentadores que sugieren que los microorganismos nativos del desierto podrían actuar como biofertilizantes, ayudando a las plantas a prosperar en condiciones de alta salinidad, sequía y radiación.
El proyecto contempla un plazo de ejecución de un año, con una posibilidad de extensión por hasta 6 meses, el cual le permitirá llevar los ensayos a un entorno real. “Hasta ahora hemos trabajado a pequeña escala en laboratorio llegando hasta niveles de ensayos en maceta, pero esta adjudicación nos permitirá hacer pruebas de campo en terreno. Es un paso importante que aún no habíamos logrado y esperamos obtener buenos resultados como hasta ahora” destaca Fortt.
“Estos microorganismos, aislados de plantas nativas del desierto, podrían aplicarse a cultivos de interés comercial, transfiriendo sus capacidades de tolerancia al estrés ambiental,” añadió. Hasta ahora, las pruebas con lechuga, una planta de rápido crecimiento y de interés agronómico en la región, han mostrado resultados positivos.
Esta investigación promete avanzar en el desarrollo de técnicas que puedan hacer posible la agricultura en ambientes desérticos extremos, contribuyendo al desafío de la seguridad alimentaria en regiones áridas con miras a un escenario de cambio climático y escazes hídrica.